viernes, 29 de julio de 2011

La retirada...

Cuando se siente la necesidad de escapar del mundo, de las obligaciones, de nuestros males, de los recuerdos, de lo que duele, de la vida, de los remiendos, de las ausencias, de las decepciones, de lo que se quiere, de lo que ya no...
Intentamos irnos, poner el contador en cero.
Para poder olvidar, perdonar, avanzar, retomar, encontrar, seguir, entender, crecer...
Pero más que nada, esa retirada sirve, para vernos a nosotros mismos, para escucharnos, para reponer fuerzas, para reconstruir nuestro camino y seguirlo cuando nos tengamos fe.
Un poco golpeados, por nuestras decisiones, por las de los demás, por la vida, pero quizás con media certeza (suficiente para arrancar)

Gustavo Cordera

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