Ardía un sol de Capricornio
agazapado entre las musas.
y ella,
murmuraba
su encanto de truenos redondos
como un pez codiciado entre sirenas.
Luego,
saltó a la ranura del prisma inagotable,
fue barro de sal,
pétalo transformado
en agua nueva.
Bárbara Tarquini.
Peces de colores,
Gustav Klimt
.
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