jueves, 14 de julio de 2011

El amor químicamente puro..

" Carlos se había dejado envolver en esa aventura sin mirar atrás. Al contrario que la mujer de Lot, en el amor jamás hay que detenerse a volver la cabeza, pues uno corre peligro de convertirse en estatua de sal. Sal estéril o impotente, sal demasiado sensata que se pregunta : ¿qué demonios pinto yo aquí tres tardes seguidas con esta mujer que podría ser mi madre? ¿La he mirado bien?
No. Carlos no la ha mirado bien, pues en el microcosmos de la habitación 505 no hay perspectiva suficiente. Resulta imposible apreciar algo tan extenso como la curva de un cuello, por ejemplo, o el lóbulo de una oreja; porque mientras se vive un amor químicamente puro, una pasión total, sólo se alcanza a ver milímetros de piel electrizada por el deseo, caminos siempre nuevos por donde se aventura Carlos sin brújula. "De tus caderas a tus pies quiero hacer un largo viaje…" Él no es lector de poesía, no le interesa especialmente Neruda y sin embargo, los recorridos del amor son idénticos, tanto para poetas como para camareros. Unos y otros alguna vez han sorteado todos los accidentes geográficos de un viaje amoroso: dedos-penínsulas, rodillas-montículos, ingles -hondonadas, el camino es largo y la exploración lleva su tiempo hasta llegar al pubis, donde la lengua de Carlos se pierde y tiene ideas propias, por primera vez en su vida tiene ideas propias.."

"Pequeñas Infamias" de Carmen Posadas
                                        Diego Rivera,
                                        Retrato de Natasha Zakalkova Gelman. (1943).
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