Ella vestía los trajes cortos de la primavera.
Andaba con paso de ribera o torso yacente
dejando caer los brazos por entero a lo largo de sus manos más
imprevistas.
Alumna desprendida del aire
la mañana llevaba su color igual que los vidrios la llevan a ella.
Ella seguía enamorada.
Álvaro Cunqueiro
Bartolome Esteban Murillo
The Galicians at the window
.
No hay comentarios:
Publicar un comentario