lunes, 4 de julio de 2011
... Bajó los ojos y luego quiso mirarme pero no pudo. Durante algunos minutos probó a dominar su emoción, pero de pronto me volvió la espalda, puso los codos en la barandilla del muelle y se deshizo en lágrimas ...
Fiodor Mijailovich Dostoievski.
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