Que de vez en cuando decida perseguirme por los bares y conocerme otra vez.
Que saque la espada y me defienda de víboras, pirañas y putas.
Que si mira a otra, luego me guiñe un ojo, y se ría de mis celos de hojalata.
Y sobre todo que no tenga que perderme para darse cuenta de que me ha encontrado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario