viernes, 26 de agosto de 2011

Yo he visto también
la semilla del ala en sus omóplatos
la mansedumbre azul
entre la carne negra y sudorosa
y he visto (al mismo tiempo)
sus dientes afilados
tentando al paraíso
he visto sus caricias
(con manos extremadas
alcanzando los bordes
de las piernas)
los he visto
hundiéndose estrellas en la nuca
(estrellas de infinitos vértices)
(estrellas de metal)
y he visto cruces en sus fauces
(como estacas)
y he visto también (al mismo tiempo)
un cielo ámbar
en las líneas redondas de sus hombros
(como una luz).

Ana Guillot.

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