jueves, 31 de mayo de 2012

Monólogo en el Fondo de una Taza de Té

El suspiro siente miradas vaporosas
y lo real está en él como en la flor y el pez.
En cada cosa se ilumina el barniz de una tristeza.
Y el paisaje con quietud y frío de mercurio.
Los actos se extienden,
aplastan la esencia, el mundo y el misterio.
Ya no pienso.
La urraca, la rueda, el árbol, la gota,
no tienen pasado ni futuro.
Todo es y no es.
Una chispa en los ojos de un caballo muerto
es tan cierta como el rasgueo de cuerdas en pelo de mujer.
Voces, ritmos y opio,
se cultivan en las gargantas de papel y arroz.
El alma -antena y rumor-
seguirá soñando islas, mares, cielos.
Pero la flor está ahí.
No es sueño ni adiós.
Y los peces anuncian la verdad
desde el fondo de una taza de té

Por Tomás Barna


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