Muero
desde las células.
Sin tregua.
Muero desde la piel.
Me transfiguro.
Renazco de mi sed y me destruyo.
Me invento, me desnudo.
Me aniquilo.
Cambio de rostro
de dolor, de exilio.
Sólo Dios y mi sombra
siguen siendo los mismos.
Y aquí estoy, muerta o viva
pero intacta.
Sin embargo,
agonizo.
Ana Emilia Laihitte.
Florencia Menendez, Ttristeza, (2006)
.
No hay comentarios:
Publicar un comentario